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Sorpresivo fallo de la suprema corte por el rio Atuel

Llama a trabajar juntos a Mendoza y La Pampa. Dictamina un límite de 30 días para fijar un caudal hídrico a La Pampa

La lectura que hace el Gobierno de Mendoza tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre el uso y aprovechamiento del agua del Río Atuel tras la demanda pampeana, no parece ser alarmante. Si bien desde el Ejecutivo provincial admitieron estar «sorprendidos» por el momento del dictamen, afirmaron que no perjudica a la Provincia.

En síntesis, el texto firmado por Ricardo Lorenzetti (presidente), Elena Highton, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti (Carlos Rosenkrantz votó en disidencia) ordena a Mendoza y a La Pampa a acordar un plan de obras en conjunto con la Nación para rever la distribución del caudal del río. Para esto pone un plazo de 120 días. Además, dictamina un límite de 30 días para fijar un «caudal hídrico apto para la recomposición del ecosistema afectado en el noroeste de La Pampa».

Tras el fallo emitido este viernes 1 de diciembre, se llamó a una reunión urgente en Casa de Gobierno. Allí, Alfredo Cornejo escuchó a los asesores legales, al ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, Dalmiro Garay; y al fiscal de Estado, Fernando Simón.

La decisión fue, tal como lo solicita el Máximo Tribunal, poner en funcionamiento la Comisión Interprovincial del Atuel Inferior (CIAI), para lo que hay que nombrar a 9 miembros. Además, se determinó llamar en lo inmediato al gobernador pampeano, el peronista Carlos Verna, para acordar una reunión en «territorio neutral». La idea es proponer que sea en Buenos Aires, con presencia del Gobierno nacional y un veedor de la Corte.

«Lo que ha hecho la Corte es instar a las provincias a que haya una mesa de diálogo conciliatoria», dijo Garay tras ser consultado por Sitio Andino.

Consultado por este diario sobre si consideraba el fallo como una ‘pérdida, un empate o una victoria’, Garay respondió: «Hay un empate, donde las partes no están perdiendo y queda claro en la Corte, que el fallo de 1987 (que garantiza el riego para el sur mendocino) no está afectado».

Aún más optimista se mostró el fiscal de Estado: «En primer lugar, no nos parece para nada un mal fallo ante las múltiples pretensiones de La Pampa. Para nada lo vemos negativo. La Corte lo único que ha dicho es ‘pónganse de acuerdo sobre el caudal en 30 días y en 120 días tráiganme un plan de obras con una alternativa para la solución global del Atuel'».

Fernando Simón.
Tanto Garay como Simón se mostraron esperanzados en que el Tribunal Supremo ordena fijar un caudal fluvioecológico mínimo para ingresar al territorio pampeano. Según los funcionarios, La Pampa reclama 4,3 m3 por segundo, caudal que Mendoza cumple.

«Queda demostrado que en el punto de ingreso a La Pampa, en Jacinto Ugalde, en primer punto de medición, el promedio anual e ingreso es superior o muy superior a esa pretensión, por lo cual creemos que vamos a poder acordar conforme a lo que La Pampa reclamaba», detalló Simón.

Líquido vital escaso

Más allá de lo que diga y argumente cada gobierno, está claro que el agua es escasa en el Atuel. Mendoza empezó a transcurrir el séptimo año en crisis hídrica, por lo que ni siquiera se cumple con la cuota de riego autorizada por el fallo supremo de 1987.

Dalmiro Garay.
«Siempre hemos planteado la escasez de agua. Creo que la Corte ha planteado con mucha claridad que el problema no está en la demanda, sino en la oferta», indicó Garay.

En la audiencia pública de junio pasado Mendoza remarcó que ha invertido 117 millones de dólares en sistemas de mejoramiento de riego desde el fallo de 1987, mientras que La Pampa lo poco que ha invertido ha sido para la zona de La Pampa húmeda.

Sin embargo, los supremos de la Corte hablaron y ya eso es pasado. Ahora sólo queda el camino del diálogo y el trabajo en conjunto.

«Queremos empezar rápidamente, con la mejor voluntad», sentenció Simón.

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