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Ciruelas, duraznos y damascos: una producción en crisis

El diario SITIO ANDINO realizó un informe sobre la realidad de esta producción en toda la provincia.

Un informe emitido por la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA) región Cuyo alerta sobre la difícil situación que atraviesa la producción local de carozo, principalmente en el damasco, durazno y ciruela como principales referentes.

«Nos encontramos con mucha mercadería en el mercado interno dada la baja exportación que se produjo este año (debido a que no hay un dólar competitivo) , lo cual genera que los precios bajen y no se pueda seguir cosechando (sumado a que tampoco hay disponibilidad de cosechadores)», dice el comunicado y pide que el gobierno intervenga en pos de ayudar a los productores.

Ariel Romero, actual protesorero de la Cámara de Comercio Cámara de General Alvear, afirmó estos conceptos y explicó, en diálogo con Sitio Andino, la realidad de un sector que viene desde hace tiempo sorteando inconvenientes.

«Esta situación viene de varios años, ya se venía padeciendo con el gobierno anterior y con este que asumió subió el dólar y nos favorecía porque antes estaba regulado. Pero no acompañó la inflación que fue importante, nos subieron los costos y estamos prácticamente en la misma situación que antes. Las economías regionales no son tenidas en cuenta por el gobierno», dijo sin tapujos.

Por su parte, Cristian Del Pozzi, productor de San Rafael y ex presidente de la Sociedad Rural de ese departamento habló también de la crisis de la fruta en fresco en Mendoza. «Yo creo sin dudas de que Mendoza es la madre de las economías regionales del país por la diversidad que tiene en su producción», indicó en diálogo con Sitio Andino. El productor comenta que es bisnieto de productores y que el sur de la provincia fue el polo conservero más importante de Sudamérica. «Después vino Chile y otras provincias argentinas», recuerda.

Del Pozzi admitió un problema estructural: «Lo que hacemos vale una fortuna para el consumidor y como productores no nos pagan lo que el negocio se merece. Sigue sin haber un equilibrio en esa parte y no logramos que se nos diferencie como productores de fruta del sur a la hora de discutir tarifas, fletes o esquemas impositivos. Se nos sigue sin entender».

Damasco y durazno, con sobreoferta en el mercado interno

Uno de los carozos que encuentra en góndolas extranjeras una ubicación a grande volúmenes es el damasco. El consumo en fresco es muy limitado, siendo a través de pulpas y jugos su uso industrializado en mayor medida.

«En la industria tendría varias aplicaciones pero son todas de exportación, principalmente a Chile y menos a Estados Unidos, pero los números no dan, la rentabilidad es mínima por los altos costos que tenemos, que aumentaron con las tarifas de energía eléctrica, gas y combustibles que se utilizan para la actividad, además de los aportes patronales e impuestos al trabajo. Se está secando muy poco y es para el mercado interno», describió quien fuera titular de la cámara durante 2013 y 2015.

Los precios están dados por el mercado internacional, quien no lo pague permite el ingreso de otro competidor. Y ahí los aranceles juegan un papel preponderante porque «quienes importen desde Chile pagan muy poco o nada, siempre tienen aranceles más bajos que los nuestros», aseguró.

El caso del durazno es similar aunque «hay un segmento de mercado interno que se puede defender, pero como hay sobre oferta, bajan los precios de venta del durazno en lata por ejemplo», indicó Romero quien también se dedica a la industria frutihortícola.

Las pulpas y jugos de durazno enfrentan, al igual que el damasco, los mismos inconvenientes de precios de exportación ante altos costos de producción.

Ciruela, la más complicada

La versión desecada de la ciruela es la que más se comercializa, pero «es la que más inconvenientes tiene porque se exporta en un 95% y ahí la cantinela con los costos es la misma que con el durazno y el damasco», explica el integrante de la comisión directiva de la Cámara de Comercio de General Alvear.

Los principales mercados para la ciruela están en Rusia y Brasil. Y en el sudeste europeo Chile es un competidor muy fuerte porque a nivel arancelario y de costos corre con ventaja.

«Un claro ejemplo de potencial cliente sería México pero con ellos competimos con Chile y a ellos no se les paga arancel y a nosotros el 16,9% para entrar. Quedamos fuera y no hay mucho más para decir, no movemos un solo kilo de ciruela a México», sintetizó Romero.

Una economía regional en jaque

Una de las principales quejas del sector tiene que ver con los acuerdos comerciales que existen para la exportación. El Mercosur, para muchos, es una traba en este aspecto.

«Siempre reclamamos que haya tratados comerciales como los que tiene Chile. El Mercosur es una traba porque esas negociaciones se hacen dentro y allí intervienen otras industrias, pasando muchas veces la fruta y la verdura a segundo plano, no tiene peso», puntualizó.

El problema de la industria se traslada a la materia prima, bajando precios y eso desencadena «el desaliento que hay en la provincia con las explotaciones rurales, en donde hay un abandono grandísmo en tierras que han dejado de producir», ejemplificó Romero.

El último CENSAGRO realizado por la Municipalidad de General Alvear arrojó números muy preocupantes: de las 12247 hectáreas cultivadas que se registraron en 2002, hay 8800,2 de acuerdo a las cifras obtenidas en 2016.

«El destino de los productores es en pozos de petróleo en el sur, otros golpean puertas en el gobierno para asignaciones o empleos públicos, transformándose el Estado en un seguro de desempleo. Ese es el reflejo de lo que está pasando», cerró.

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