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Por séptimo año consecutivo, Mendoza está en emergencia hídrica

El pronóstico de escurrimiento de aguas determinó que los ríos de Mendoza están pasando por un año pobre y seco

Por: Redacción de SITIO ANDINO

En conferencia de prensa, el titular del Departamento General de Irrigación, Sergio Marinelli informó que el pronóstico de escurrimiento de aguas determinó que los ríos de Mendoza están pasando por un año pobre y seco, lo que lleva a que este 2017, sea el séptimo año de crisis hídrica desde 2010.

Así, el pronóstico de los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel, Malargüe y Grande es de los peores en comparación a la media histórica. «El río que se encuentra en peores condiciones es el Tunuyán, porque al no tener una represa que permita guardar el agua y luego administrarla se conoce la cantidad total de agua pero no está disponible en los tiempos en los que le hace falta a la agricultura», detalló Marinelli.

En cuanto al abastecimiento de agua para la zona Metropolitana, el río Mendoza está entre los peores del plano: contiene 1005 hm3 de las 1420 hm3 que debería tener, por lo que desde Irrigación pidieron tomar conciencia y cuidar del recurso:

«Hay que cuidar el agua y apostar por lo cultural. Así como hay una gran parte de la población que derrocha agua también es cierto que hay mucha infraestructura en muy mal estado y gran parte del exceso de consumo que se manifiesta en la estadística en realidad se va por la rotura de las redes y otras cosas. Es por eso que desde el gobierno se están tomando y se van a tomar una serie de medidas, pero también es importante la acción de cada cual», señaló Marinelli.

Las medidas buscarán privilegiar a las demandas de la población y al sector agrícola, ajustando el déficit de oferta que presenta el escenario actual:

«Se ha tomado en cuenta la superficie en su totalidad, todos los oasis, superficies cultivadas y que estén al día con el pago. Vamos a incorporar el uso de agua subterránea para que se inyecte agua a los canales con perforaciones que ya existen para mejorar la dotación de riego. Y también vamos a realizar obras para arreglar las roturas antes mencionadas», amplió el titular.

Marinelli manifestó que todavía falta mucho por hacer, pero que con reglamentaciones como la de «renuncia al derecho de riego» se conoce quiénes riegan con agua potable y se obliga a colocar un medidor. «El EPAS también va a poner un cuadro tarifario que permita castigar a aquellos que tengan un consumo excesivo», concluyó Marinelli.

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