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Las enfermeras que sacaron fuerza, valor y conocimiento para poder sostener a los soldados en Malvinas

En la historia de la Guerra de las Malvinas, las enfermeras jugaron un papel fundamental y heroico al brindar cuidados médicos, consuelo y apoyo a los soldados heridos en combate.

Es así que Marisa Peiró, Ada Barroso y Marisa Aballay, fueron tres de las muchas jóvenes mujeres que a pesar de las difíciles sacaron fuerzas, valor y conocimiento de donde fuera necesario para sostener a aquellos que luchaban en el frente.

Las tres estuvieron en el acto en la plaza del Barrio El Caldén y todas contaron su experiencia que estuvo llena de dedicación y con profesionalismo mostraron su compromiso con la vida, siendo una luz de esperanza en medio del caos donde reinaba el dolor y el miedo.

“Enfermeras como yo servimos en la guerra de Malvinas atendiendo a pacientes en hospitales, no estábamos preparadas para la guerra, pero sacamos valor para ayudar a sanar tanto física como emocionalmente a los heridos. Es importante recordar Malvinas y transmitir su importancia a futuras generaciones”, contó Ada Barroso.

Marisa Aballay, por su parte, reconoció que estos días verdad son momentos dolorosos “porque nosotras vivimos momentos de mucho nerviosismo, sin dormir, con un uniforme puesto durante días, recibiendo los heridos de primera línea. Y recordar a esos chicos que en este momento no recuerdo los nombres, pero sí me acuerdo de sus caras perfectamente, y el dolor que tenían en su alma por querer volver a la isla. Eso no se puede olvidar”.

Marisa Peiró reflexionó sobre su experiencia como enfermera durante la guerra de Malvinas en 1982, siendo parte de la primera promoción de mujeres en las Fuerzas Armadas. Destacó la importancia de recordar y honrar a los soldados que lucharon en la guerra, y la necesidad de mantener viva la memoria de este acontecimiento.

“Fuimos la primera promoción de mujeres a las Fuerzas Armadas en el año 80 y en el 82 cuando se empezó a hablar de guerra es como que no entendíamos nada, no sabíamos qué pasaba, estábamos en el segundo año de la carrera de enfermera y nos agarró como de sorpresa, sin tener mucha preparación y muchos conocimientos como enfermera, pero tuvimos que sacar fuerza, valor y conocimiento de donde fuera para poder sostener a nuestros soldados”, opinó.

Al final dijo que es una muy buena expresión de tejer puentes “para que nuestros jóvenes, nuestras generaciones que quedaron atrás no se olviden de este día, porque yo siempre digo que esta guerra de Malvinas que pasó fue una guerra de todos y los que estamos hoy hablando y los que estamos hoy presentes fue gracias a aquellos que se quedaron allá, entonces este puente no se tiene que romper nunca”, concluyó.

 

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