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Lobos con marcas pincharatas

El domingo desde las 17.45 Pacífico jugará contra Estudiantes de La Plata por los 32avos de final de la Copa Argentina.

Desde aquella clasificación histórica frente a Estudiantes en Río Cuarto en marzo de este año hasta este presente soñador del Lobo han pasado un par de meses y varios jugadores.

La idea de la dirigencia fue repatriar a la mayoría de ese plantel que consiguió el pase a 32avos de final de la Copa Argentina y si bien, varios volvieron a General Alvear, otros por diferentes circunstancias no pudieron llegar a formar parte de este grupo que ahora comanda Andrés Villafañe y quiere seguir haciendo historia.

La ciudad entera se convulsionó por la epopeya del Lobo alvearense, propios y extraños reconocen el presente alentador de una institución que no se duerme en los laureles y va por más.

Cuando se conoció que Estudiantes de La Plata sería el rival del Sport Club Pacífico salieron a la superficie tres historias con pasado pincharata.
Se trata del lateral izquierdo Luciano Peinado, hermano de Daniel, quien vistiera la camiseta de Estudiantes entre los años 86´ y 93´, el kinesiólogo Andres Calella, nieto de Oscar Rolla, contador del club en una de las épocas más doradas de la institución y Jonathan Alderete, con pasado en inferiores del equipo platense y sobrino de José Luis Calderón.

“Cuando vivíamos en Catriel Río Negro mi hermano Daniel fue a hacer una prueba con otros chicos en el año 85 o 86 y él quedó en la pensión del club y después se fue a vivir con una familia que era muy hincha de Estudiantes”, arrancó diciendo Luciano Peinado como buscando en el cajón de los recuerdos.
“Yo era muy chico tendría unos 5 o 6 años y viajábamos a La Plata a verlo jugar a él, eso no me lo olvido más” siguió Peinado.

“El recuerdo más claro que tengo fue un día para el día de la madre cuando salí de mascota con mi hermano en la vieja cancha de Estudiantes con una flor en la mano y fue un momento muy lindo porque en la tribuna estaban las madres de los jugadores”, recuerda.

“Si bien yo era muy chiquito tengo recuerdos muy lindos de esa época y ahora estamos muy contentos de ser parte de esto. Tanto los dirigentes como la gente y nosotros tenemos que disfrutarlo al máximo porque es un premio que no se da todos los días. «, afirmó.

Daniel Peinado jugó en Estudiantes desde el 86 al 93, luego jugó en Lanús, Platense, Godoy Cruz, Dallas de Estados Unidos y América de Cali Colombia.

Jonatan Alderete hizo inferiores en estudiantes cuando tenía doce años y estuvo hasta octava división. Pero además de ser el único jugador del actual plantel de Pacífico que vistió la camiseta del Pincha es sobrino de José Luis Calderón, uno de los goleadores más contemporáneos del equipo platense.

“Estudiantes es una institución muy rica en historia. Desde un principio te hacen sentir un jugador profesional con una infraestructura terrible, éramos de novena división y ya teníamos casillero con las cosas para entrenar, entonces desde chico te tratan como un profesional, en lo personal mucho no pude jugar pero es un club muy lindo en todo sentido”, asegura Alderete cuando empezamos la charla.

Se declara ser hincha de River pero tiene su corazoncito pincharata porque el hermano de su madre jugó ahí. “El ir a ver jugar a mi tío, yo haber pasado por las inferiores y tener amigos hinchas del club si me preguntas Gimnasia o Estudiantes elijo a Estudiantes sin dudas”.
Cuando le consultamos como es ser el sobrino de “Caldera” y que recuerdos tienen juntos Jonatan dice “la relación con mi tío siempre fue muy buena. Desde chico siempre andábamos juntos me llevaba de mascota a la cancha, o a los entrenamientos.

Ya él estando en Independiente me acuerdo que me gustaba faltar al jardín para ir con él. Era mi ídolo, mi espejo, así que mientras más tiempo pasaba con él para mí era mejor”, risas.
“Ahora más de grande ya no nos vemos tan seguido pero nos hablamos. Me fue a ver jugar cuando yo jugaba en inferiores en Arsenal o cuando estuve en Cambaceres”.

Al hablar de su actual club Alderete no escatima elogios para la institución alvearense. “Pacífico es un club muy lindo, ordenado con muy buena gente, tengo excelentes compañeros y a mí que es la primera vez que estoy lejos de mi casa me hacen sentir muy cómodo”.
¿Le pueden ganar a Estudiantes?
“Si obvio, esto es fútbol, cualquiera le puede ganar a cualquiera, pero para eso tenés que estar concentrado desde el primer minuto y al jugar contra un equipo de primera división tenés que tener mucho cuidado porque los errores propios se pagan carísimo, pero en el fútbol nada es imposible”.

La época más gloriosa en la historia de Estudiantes está marcada por dos revoluciones: la revolución futbolística y la social, ambas teniendo como presidente a Mariano Mangano y en la parte contable a Oscar Rolla, abuelo del kinesiólogo de Pacífico Andrés Calella, como punto de partida.

Mangano tomó las riendas del club 2 de enero de 1960 para conducirlo en un contexto cuanto menos preocupante: economía en rojo, pobres campañas futbolísticas y una institución sin un rumbo fijo.

El crecimiento futbolístico fue directamente proporcional al crecimiento patrimonial y edilicio. Mangano soñaba con un predio para la preparación física de los futbolistas, con un área deportiva con piscina e instalaciones de todo tipo para el uso y esparcimiento de socios e invitados. Hacia fines de 1967, se compraron las primeras 45 hectáreas en City Bell, localidad del norte del partido de La Plata. La financiación se logró a través de los llamados “Títulos patrimoniales”, puestos a la venta para toda la masa societaria, estimada en 78.000 socios. Tiempo después, Mangano comprometió parte de su patrimonio para anexarle al Country un campo donde estaba la vieja casona, que devino en la histórica concentración del equipo campeón donde hoy descansan los restos de Oscar Rolla.

Andrés Calella sabe más de la relación de su abuelo con Estudiantes por lo que le han contado que por lo que ha vivido porque nació en General Alvear, estudió en la Ciudad de Mendoza y actualmente se desarrolla profesionalmente en el Sport Club Pacífico.
En su etapa de jugador vistiendo la casaca de 10 de Septiembre tuvo una prueba en Estudiantes de La Plata pero una lesión le rompió la ilusión de jugar en el fútbol grande de la Argentina y se dedicó a estudiar kinesiología.
Las vueltas de la vida lo pone nuevamente cerca de Estudiantes pero esta vez en la vereda de enfrente y en un partido trascendental para el equipo alvearense.

“La verdad que cuando escuché que el partido era con Estudiantes no lo podía creer. Por supuesto que me hubiese gustado que nos tocara Boca o River pero para mí que sea Estudiantes tiene doble satisfacción.
Me hubiese gustado que mi abuelo esté en este partido pero por las cosas que tiene la vida pude disfrutarlo muy poco”.
Sobre las sensaciones de este partido trascendental y de su primera experiencia laboral en un club de fútbol Calella no duda en asegurar: “Este partido hay que disfrutarlo en todo sus aspectos porque es un momento histórico para el club y para General Alvear. Pacífico es una institución que hace las cosas con mucha seriedad y podés trabajar profesionalmente con mucha tranquilidad”.

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